Hace unos años...conocí al poeta de la marquesa del Muro Rojo. Poseía dos clases de belleza...la que se veía...suave y etérea...amarilla...casi femenina...caías bajo su embrujo y no te dabas cuenta. Su belleza oscura era tan diferente...igual de atrayente...se manifestaba su masculinidad animal en cada poro...en cada latido fragante y su piel atrapaba sin piedad.
Enamoraba y pertenecía a todas...su vuelo insondable...profundo se desplegaba cual arco iris de colores y sensaciones.
Escribía y cantaba poemas de amores fugaces...algunas veces soñaba con la luna. Era maestro y era doctor en los días mas tristes.
Cuando reía...se le escapaba el corazón y sus ojos se llenaban de estrellas y entonces ocurría...la magia del amor.
Aún conservo las letras que un día me regaló...sabiendo que serían mías para siempre.
El poeta de marfil...que solo escribía y cantaba poemas de amores fugaces...alguna que otra vez viene a mi y me enseña a volar.
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Cuerditas...